Como cada 29 de enero, Argamasilla de Calatrava compartía el santo voto con que la Hermandad de los Santos Mártires rememora el que en el siglo XIV se brindó ante santa Julita y san Quirico en ruego de protección y agradecimiento de los supervivientes de la peste negra que asoló Europa en aquellos luctuosos años.
Y en esa fe renovada, los rabaneros volvieron una vez más al barrio de Los Santitos para compartir esta tradicional comida popular compuesta de un guiso a base de patatas y bacalao. Entre los presentes no faltaron la alcaldesa Monroy Torrico y el concejal Jacinto Arriaga.
La regidora, como moradora de toda la vida de este populoso barrio, decía recordar esta celebración desde bien pequeña, en un ambiente que, al igual que este año, “siempre lo recordamos con este frío y humedad que a enero siempre corresponde, pero con el calor de todo un barrio acompañando en la misa, la procesión y este acto de reencuentro”.
Jacinta Monroy aludía a la tradición que atribuye a estos santos la mejoría en unos tiempos complicados como eran los de las postrimerías de la Baja Edad Media. Y “si en aquellos tiempos era la peste lo que asolaba a la gente, hoy es la crisis”. Por eso, siguiendo con el paralelismo, la regidora se mostraba confiada en que, al igual que entonces, “en este caso, podamos superar todos juntos y unidos, trabajando, estas dificultades”.
La alcaldesa tenía también palabras de enhorabuena y agradecimiento a la labor de la Hermandad, gratitud a la que también se sumaba Jacinto Arriaga.
“Animamos a todas las asociaciones y hermandades de nuestra localidad a que fomenten las tradiciones religiosas de Argamasilla de Calatrava”, decía el también munícipe, instando a hacerlo incluso “en un día pasado por agua como el de hoy [por el pasado viernes] pero lo importante es la tradición para que la gente se anime y participe en este tipo de actividades”.