Argamasilla de Calatrava está de enhorabuena por el doblete alcanzado por el piloto Antonio Valero que, afincado en esta localidad ciudadrealeña, triunfaba fechas atrás por todo lo alto en el Intercontinental Rally 2016. Y es que no sólo se proclamaba ganador de la competición de motos tras catorce duras etapas y 6.000 kilómetros en su mayoría por el Sáhara occidental, sino que además era el “campeón de campeones” por haber sido primero en la clasificación absoluta general.
Así lo ponía de manifiesto una enorgullecida alcaldesa durante la recepción que Jacinta Monroy y el concejal de Deportes, Jacinto Arriaga, brindaban en la tarde de ayer al piloto que se acercaba a las dependencias municipales para mostrar los trofeos que atestiguan sendas hazañas. Lo hizo en compañía de su esposa, Marian Risco y su mecánico de confianza, Fernando García.
A lo largo de la cita, que sirvió también de comparecencia de prensa, se puso de manifiesto lo particular de esta carrera que pretende rememorar la leyenda del tradicional Paris-Dakar, que ahora se desarrolla en tierras sudamericanas, pero que en esta versión parte de tierras almerienses. Las dos semanas que se prolongaron del 25 enero al 7 febrero dejaban atrás dos duras semanas de gran exigencia al centenar de participantes que se enrolaron en la experiencia, con etapas de entre 400 y 600 kilómetros de media y una que incluso alcanzó los 965 kilómetros.
Monroy, que siguió con gran interés la evolución de Valero jornada tras jornada, explicó que fue en la cuarta etapa cuando el piloto puertollanero ya se colocaba líder con la intención de mantener el puesto hasta llegar al deslumbrante Lago Rosa, al noreste de Cabo Verde. Y todo, habiendo superado “atascos por fangos arcillosos, dunas, arena, pistas, peligros varios o problemas mecánicos como el que puso en riesgo ya al final el título”, enfatizaba Monroy Torrico.
Un problema con un latiguillo de gasolina, “que nos sabemos cómo se había soltado” como bien dijo el protagonista, puso en jaque el triunfo merecido ese último día competitivo durante la especial de apenas 20 kilómetros para el que se daba un tiempo de dos horas a los participantes.
Antonio Valero dejó a entrever lo suspicaz de esta jornada de cierre cuando las motos de sus compañeros no consiguieron arrancarlas esa mañana. Sin embargo, la suya sí lo hizo sin problemas, “pero de pronto empieza a fallar, no anda, yendo en primera hasta que me tuve que bajar por la playa a empujarla”. Gracias al interés de todos, “al final, a duras penas, conseguí llegar a meta”.
Como explicó el campeón, la emoción contenida por el mal rato y la impotencia de los minutos precedentes se desataría cuando le enarbolaron la bandera de cuadros. Su familia y compañeros, que se encontraban esperando allí, compartieron tan intenso desenlace para “un final sufrido”. Su equipo, Aventura Touareg, se alzaba también con el título por equipos.
La incidencia de última hora deja a entrever que esta prueba “parece fácil, pero a nadie regalan nada y hay que estar ahí aguantando encima de la moto y estar preparado mentalmente”. Lo dice un Valero que, por encima de todo, sigue poniendo el carácter aventurero de la experiencia. “Es buena, buena, de las grandes, catorce días recorriendo todo África y sobre todo la llegada al Lago Rosa que es el sueño de todos los pilotos”.
Una aventura tan intensa que deja en el recuerdo situaciones y anécdotas inolvidables. “Pasamos unas pocas penurias, muchos días durmiendo en tiendas de campaña y otros días en hoteles tal que era preferible la tienda”. Dormir era el momento del descanso y de recuperar físicamente.
“Ha habido de todo, días un poco más duros, otros más tranquilos” y aunque la etapa de mayor recorrido fue dura, hubo otras a cuya finalización la cara del piloto al quitarse el casco era la viva huella del esfuerzo y el denuedo por competir a lo largo de territorios físicamente tan hostiles, habiéndose levantado a las seis de la mañana, desayunando lo que le ofrecían, comiendo en ruta y tirando de los agradecidos “blíster de jamón” que para reponer proteínas al cenar le aprovisionó su esposa.
Marian Risco, no ocultaba su orgullo e insistía en el esfuerzo que hace su marido, “porque no se dedica en cuerpo y alma a este deporte, sino que tenemos nuestro trabajo y es mucho sacrificio cuando has terminado tu jornada liarte a preparar moto y sacrificar otras tantas cosas cuando llegan los fines de semana que hay que entrenar”. A su juicio “mi marido es ejemplo vivo a personas y jóvenes de que hay alternativas a la Play-Station”.
Curiosidades y experiencias
Una de las curiosidades de su participación tenía lugar ayer mismo. El 2 de febrero, en Chinguetti (Mauritania), una población que a diferencia de los poblados pequeños que iban apareciendo cual espejismos por el desierto, ponía su dirección de Argamasilla de Calatrava a una postal que el cartero le entregaba este jueves día 18 en su domicilio rabanero. “No sabíamos si llegaría”, reconocía.
La carrera también ha dejado experiencias de amistad como la de un par de jienenses que, a sus 62 y 65 años respectivamente, han cubierto todo el recorrido. “Han sido unas personas maravillosas y entre nosotros nos hemos ayudado”, explicaba Valero.
También tenía palabras de reconocimiento para una zamorana que ha sido su ‘alter ego’ en la clasificación femenina. “Hizo un gran papel y ha sido la única chica que ha corrido toda la carrera”, sin pedir la denominada ‘excusa’, que exime de hacer una jornada so peso de penalización.
El Dakar sudamericano, pendiente de patrocinios
Jacinto Arriaga, el responsable de la Concejalía de Deportes, destapó la posibilidad de que el campeón volviera al Dakar que discurre por tierras sudamericanas, una empresa muy complicada por los altos costes que acarrea y que, por tanto, requiere de un gran número de patrocinios.
Antonio Valero prefiere, por ello, tener los pies en el suelo. De momento se embarca ya este domingo en el Campeonato de España de Cross Country, desplazándose hasta Guadalajara donde se vivirá su primera carrera. Y una semana más tarde lo hará el Nacional de Enduro que arranca en Almería, prueba en la que principalmente se quiere centrar ahora.
Paralelamente empezará a buscar patrocinios para su anhelada vuelta al Dakar el próximo año. En este sentido reconoció que “si hay buenas perspectivas” pondría entonces toda la carne en el asador del actual torneo nacional rallys “que me viene mejor para el Dakar”.
Pero si no hay patrocinios de garantía esperaría otro año más y en ese caso, en 2017 volvería al Intercontinental Rally “pero de una manera un poco distinta, aunque eso ya lo adelantamos un poquito más adelante porque sería con una gran sorpresa”, dijo dejando esbozar una picarona sonrisilla que poco más dejaba a entrever.
Sea donde sea, volverá a contar para sus nuevas experiencias competitivas con la amistad y el buen hacer de su mecánico de confianza. Fernando García apuntaba que “llevamos muchos años juntos y lo seguiré apoyando, dándole mi asistencia técnica durante todo lo que pueda y estoy súper orgulloso de ser su mecánico y amigo”.
Al término de la cita institucional, Arriaga adelantaba que la de Gala del Deporte de Argamasilla de Calatrava, que este año se celebrará el 1 de abril, tendrá un particular homenaje al mundo del motor. Por eso y por los éxitos cosechados serán particularmente reconocidos Antonio Valero y el joven piloto David García Almansa.