El Consistorio programa un taller de empleo para la Casa de la Inquisición

image· Ocho vecinos completarán su rehabilitación para que sea un nuevo espacio cultural

· Se actuará sobre la entrada, el vestíbulo, el patio y la escalera a la planta superior

El Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava ha dado hoy luz verde a un interesante proyecto que va a permitir la puesta en marcha de un taller de empleo que, bajo la denominación ‘Adecuación de la Casa de la Inquisición’, dará continuidad a los trabajos que años atrás ya se realizaron para consolidar este histórico inmueble.

Afincado en pleno centro del casco urbano, el edificio se beneficiará de la adecuación de la entrada y el vestíbulo, así como de la remodelación del patio. “Cuando finalicen los trabajos nuestra población contará con un nuevo espacio cultural, con sabor a historia”, ha explicado el teniente de alcalde Jesús Ruiz.

De su ejecución se ocuparán ocho jóvenes desempleados quienes durante seis meses, adquirirán los conocimientos y capacidades de los oficios que permitirán dejar operativa para estos fines la Casa de la Inquisición. El Consistorio rabanero ha solicitado para ello a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha una subvención de 77.000 euros.

“Nuestra intención es que este recinto permita albergar actividades y exposiciones al aire libre”, señala Ruiz. El munícipe refiere que, con vistas a estos fines, también se habilitará la parte superior, “con una nueva escalera que dará acceso a un salón totalmente remodelado, destinado a otro género de actividades socioculturales”.

El Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava ha entrado ya en contacto con un restaurador para que sea restaurada la emblemática puerta del antiguo cuartel de la Guardia Civil en la localidad, de manera que “una vez recuperada se coloque en la puerta principal de nuestra Casa de la Inquisición”.

Hay que recordar que tanto el pórtico como lo escudos que lucen en su fachada, de aires barrocos y neoclásicos, están protegidos por la Carta Arqueológica de la localidad. En el portón de entrada se pueden contemplar las letras ‘IHS’, lo que indican que fue un edificio religioso cercano a la Compañía de Jesús. Debajo se encuentran tres azucenas que lo asocian con los Dominicos, orden religiosa también vincula a la Inquisición.

En su época de mayor esplendor esta casa ocupaba una manzana. En la actualidad, debido a las desamortizaciones y otros contratiempos, su extensión se limita a 250 metros. Lo más interesante del interior es una cueva, compuesta por estructuras abovedadas y una extensa red de laberínticas galerías. Por todo ello, Ruiz recuerda que “estamos ante uno de nuestros edificios más importantes por su valor histórico”.

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