· En un acto de confraternización al que acudió el presidente de CREAN
· Animan a más familias rabaneras a sumarse a este gesto de solidaridad
En la tarde de ayer miércoles se reunieron por última vez este año los cuatro niños que han disfrutado en Argamasilla de Calatrava de un verano de acogida por la generosidad de familias de la localidad que, durante 45 días, han vuelto a volcar su cariño, entrega y cuanto ha estado en su mano para mejorar su bienestar.
Acto de confraternización al que se desplazaron responsables de la asociación provincial Ciudad Real en Ayuda al Niño (CREAN), como su presidente Ramón Serrano, además del presidente del colectivo Amigos del Pueblo Saharaui ‘Oasis’ Luis Manuel Alfaro y los ediles Sergio Gijón y Ana Belén Sáez, ésta en su también condición de madre de acogida.
Durante el agradable encuentro se hizo balance del mes y medio de la estancia de los tres menores llegados de Ucrania, dos niñas y un niño y de la niña saharaui procedente de los campamentos de refugiados en el desierto argelino. Este viernes 23 de agosto inician ya muchos de los llegados a España sus respectivos viajes de vuelta.
El común denominador de las impresiones intercambiadas entre las familias era, una vez más, la enorme satisfacción que supone dar esta oportunidad de alejarse de condiciones difíciles en sus lugares de origen durante una época tan desfavorable como es el verano, además de procurarles alimentación saludable y controles médicos.
Eva María Fernández ha repetido con el único niño de este año, un ucraniano que vino con poquitos años y suma ya doce. “Tenemos mucha suerte porque es un niño muy bueno, se adapta muy bien y desde el segundo día ya nos decía ‘papá’ y ‘mamá’, que eso la verdad es que te llama mucho la atención”, apuntaba esta vecina.
Rocío Mayordomo, por su parte, ha recibido por cuarto año ya a Alamu, saharaui y a Tania, ucraniana. “Llevo muchos años trayéndome niños, siempre saharauis, aunque una vez fue también de Rusia con una asociación de Talavera de la Reina”, con un niño que luego se quedó tres años en Argamasilla para estudiar y luego una hermana.
Luego pasaría a CREAN y “la verdad que muy bien. Es una experiencia muy gratificante y aunque tiene trabajo, merece la pena”. Lo dice alguien que en estos meses ha dedicado también su tiempo y el de su pareja al cuidado de la bebé que tuvieron meses atrás, de manera que sus palabras tienen un valor muy significativo.
Y Ana Belén Sáez hacía también un balance satisfactorio. “El año pasado ya estuve súper a gusto con Teresa y este año todavía muchísimo más. Me aporta muchísimas cosas, es una niña súper cariñosa, que te hace súper feliz y así al menos me siento yo con ella y ahora que está cerca de que se vaya estoy muy triste”.
A pesar de la mezcolanza de sentimientos en estos momentos de marcha, todas las familias que siguen dando acogida consideran que “otras muchas de Argamasilla de Calatrava deben animarse animen porque es en beneficio de ellos”, con el añadido también valorable de que aprenden el idioma español.
En este sentido se pronunciaba Ramón Serrano, también fundador de CREAR, quien apelaba a “la sensibilidad que tiene la alcaldesa” en el empeño de ambos para conseguir que cada año recale un mayor número de niños de Ucrania para alejarlos “de la catástrofe de Chernóbil y de la contaminación [por radiación]”.
“El Ayuntamiento siempre ha estado muy dispuesto a ayudarnos en esta labor tan bonita y la verdad es que quisiéramos que aumentara el número de familias”, indicaba Serrano, quien instaba a las interesadas en informarse “y verán que esto es muy positivo para los niños, también para las familias y muy educativo también para sus hijos”.
Por su parte, Luis Manuel Alfaro constataba la buena relación de convivencia de la niña saharaui y la familia que nuevamente la ha vuelto a recibir, y recordaba la experiencia que supone visitar y conocer los campos de refugiados del desierto para valorar cuánto necesitan estos niños y sus respectivas familias de origen.
Por eso, el afán de todos ellos es que Argamasilla de Calatrava pueda recibir cada año más niños desde ambos emplazamientos y, como refería el teniente de Alcalde del área de Servicios Sociales, “tenemos que animar a más familias a hacer este gesto, porque les va a enriquecer como familia”.
Además, Sergio Gijón renueva el compromiso de que “tendrán todo el apoyo de nuestro Ayuntamiento, sobre todo porque ver a estos niños lejos de las temperaturas del desierto o de las radiaciones de Chernóbil merece la pena”, indicando que se llevará a cabo una campaña informativa en este sentido.
Por lo demás, el munícipe reiteraba “las gracias a todas estas familias solidarias, que son un ejemplo para todo nuestro pueblo, tanto las que cogen a niños de la zona de Chernóbil y de la zona del Sáhara, que les dan unas vacaciones en paz y que hacen destacar a Argamasilla de Calatrava por lo que es, por ser un pueblo solidario”.