- Ruiz Valle celebra la “fortuna” de volver a compartir “un día muy esperado”
- La Hermandad aprovechó el alto de pandemia para restaurar la talla del santo
Por cortesía del calendario, Argamasilla de Calatrava está este lunes de fiesta local, en lo que supone una extensión a la jornada principal de celebración y romería ayer domingo, 15 de mayo, del patrón de los labradores, san Isidro.
Un día muy espléndido en que la imagen tan venerada en la población desde los años 60 de la pasada centuria, volvía a salir en su fecha grande tras dos años de ausencia coincidiendo con lo peor de la pandemia.
Así lo recalcaba el alcalde, Jesús Ruiz, quien, junto a otros ediles, al diputado nacional Miguel Ángel González y la diputada provincial Petra Sánchez, participaron en los actos principales organizados por la Hermandad de San Isidro con la colaboración consistorial.
El de ayer era “día muy esperado”, dijo el primer edil, expresando que “afortunadamente” al fin se ha podido retomar la romería y su festividad principal. “Teníamos muchas ganas y más en este año del cuarto centenario de la canonización de san Isidro”, apuntaba.
Motivos sobrados para que Hermandad y Concejalía de Cultura “hayan preparado una programación muy intensa” que, como expresaba el regidor, estaba abierta no solo a la ciudadanía rabanera sino también a vecindad de otras poblaciones de alrededor.
Ruiz Valle apelaba a las raíces agrarias de Argamasilla de Calatrava para aludir a la jornada de campo que se vivía ayer y que, en la noche previa, al caer el sol el sábado, ya reunió a infinidad de jóvenes con la excelente propuesta musical que tuvo lugar en el recinto.
Y en la jornada de ayer no faltaron las carrozas que, aunque mermado su número respecto a antes de la pandemia, el alcalde confiaba en que año tras año se iré recuperando esta manera típica de representar precisamente tradiciones de vida de antaño en la población.
En esa recuperación de la normalidad plena, “en Argamasilla de Calatrava queremos mucho a san Isidro, nos sentimos muy identificados con sus valores”, palabras del alcalde que coinciden con el sentir ciudadano y de la propia Hermandad.
Su presidenta, Mari Escobar, confirmaba la “mucha devoción” que se le tiene al santo desde que el colectivo de agricultores y ganaderos, precursor de la Cámara Agraria, trajo hace sesenta años la imagen para su veneración y “desde entonces se está celebrando esta fiesta”.
Salvo en 2020 y 2021, periodo que se ha aprovechado para la restauración de la talla “que estaba bastante mal” y que, en esta vuelta a la luz, ha ido también sobre una nueva carroza como también se pudo apreciar ayer.
Desde su cargo, Escobar animaba a personas más jóvenes a ser partícipes de la Hermandad de San Isidro, con el fin de ir facilitando ya y poco a poco el necesario relevo generacional ante “una fiesta que requiere mucho trabajo”, apuntaba la presidenta.
Y desde su responsabilidad, Miguel Ángel González mostraba el “placer” de acompañar a la ciudadanía rabanera en una jornada tan señalada y “tan importante, no solo para Argamasilla sino para el resto de la comarca”, animando a la celebración y el reencuentro.
En línea con lo referido por la responsable de la Hermandad, el diputado nacional también llamaba a hacer todo lo necesario por tradiciones y por eso hay que valorar “a todas las personas que voluntariamente hacen lo necesario para mantenerlas vivas”.
Cabe destacar asimismo que en el paseo de la emita de san Isidro, donde hubo diversos chiringuitos y atracciones para el disfrute infantil, además de puntos para los grupos de amigos que se instalaron, Policía Local y Protección Civil también velaron por el orden.
Muy especial resultó la misa romera de mediodía, cantada por el Grupo Folklórico ‘San Isidro’ al haber sido concelebrada por el párroco José Manuel Medina y quien, años atrás, dirigió la labor pastoral en la población, el querido Enrique Córdoba.
Y también muy participativa la tradicional rifa de diferentes objetos y plantas con que la Hermandad de San Isidro cubre en buena medida sus gastos y en la que participan con gran cariño la ciudadanía.