- El Consistorio brindó este año el reconocimiento a esta vecina de 98 años de edad
- Ruiz Valle celebra la vuelta de este amplio evento que la pandemia interrumpió
La XVI Semana del Abuelo de Argamasilla de Calatrava celebró ayer viernes el reconocimiento a la persona de mayor edad actualmente en la localidad, Gregoria Cambero Basquero.
A sus 98 años de edad recibía el sentido homenaje del Ayuntamiento y del resto de asistentes, en torno a varios centenares, en la cena que, tras lo peor de pandemia, se ha vuelto a recuperar para alegría de organización y participantes.
Además de vecinos de la localidad rabanera, al acto asistieron autoridades locales encabezados por el alcalde, Jesús Manuel Ruiz Valle o la delegada provincial de la Consejería de Bienestar Social, Manoli González-Horcajo.
Ambos daban la enhorabuena a la vecina Gregoria, a quien se otorgaba este año la placa que la acredita como persona de mayor edad y un ramo de flores, haciendo extensivas sus palabras Ruiz Valle al resto de sus familiares.
Asimismo, el alcalde se congratulaba de poder reunir a tantos mayores para “hacerles el homenaje que ellas y ellos se merece y rendirles el respeto que se han ganado”, agradeciendo públicamente la labor de plantilla del Centro de Mayores.
Esta cena tuvo carácter gratuito por ser invitación del Ayuntamiento por parte del Consistorio de Argamasilla de Calatrava e incluyó la actuación musical de la ganadora del programa de televisión ‘A tu vera’, Rocío Durán.
También valoraron asimismo la labor organizativa de la Concejalía de Bienestar Social y del Consejo de Mayores que encabeza Aurelio Sierra y agradecieron el trabajo de plantilla de profesionales del Centro de Mayores y de la Residencia rabanera.
Este sábado, con una excursión a Córdoba se ha cerrado la programación de esta XVI Semana del Abuelo, que además ayer por la mañana tuvo el aliciente de una convivencia entre abuelos y nietos en la que hubo juegos tradicionales y castillos hinchables.
Semblanza de Gregoria Cambero Basquero
Gregoria nació el 9 de mayo de 1924 en un pueblo de Cáceres, Casar de Palomero. Allí se casó con Críspulo Muñoz Hernández y la pareja comenzó a formar su familia.
Sobre el año 1957, la familia estableció su vida en Argamasilla de Calatrava por motivos de trabajo, pues su marido trabajará en el Complejo Petroquímico, instalándose en la casa de la calle rabanera San Pedro, donde siembre han vivido.
Gregoria y su marido tuvieron cinco hijos que, cuando les llegó la edad, todos se fueron casando e independizando. Actualmente solo su hija Isabel reside en la localidad rabanera y el resto lo hacen en Méjico, Tarragona, Puertollano y Alicante, respectivamente.
Gregoria siempre se ocupó de atender la casa y a su familia. De joven enseñó corte y confección a otras jóvenes de la localidad, actividad por la que es muy recordada y querida en la población.
Fallecido su esposo hace cuatro años, a Gregoria le gusta estar acompañada y relacionarse con la familia y sus vecinas, mostrando la afabilidad que siempre la ha caracterizado.
A pesar de su avanzada edad, presenta buen estado de salud y calidad de vida. Necesita algo de apoyo para caminar y en el día a día, dice que no suele tener dolores, ni necesita tomar medicación alguna.