- En el transcurso de un taller celebrado esta mañana en el Campus Urbano
- Los menores han tenido ocasión de conocer el braille y la labor de un perro guía
El Campus Urbano de Argamasilla de Calatrava está haciendo valer una de sus máximas para la presente edición 2023, la integración, con actividades y talleres que esta semana giran en torno a las personas con discapacidad visual.
Por este motivo, hoy martes las decenas de participantes de edades escolares de Infantil y Primaria, han recibido una visita que ha sido del todo interesante y hasta ilusionante, por parte de personas de la Organización Nacional de Ciegos de España y un cánido guía.
David Enrique García, vocal del Consejo Territorial de Castilla-La Mancha en Ciudad Real y el docente para alumnado invidente Ángel Céspedes, con la presencia de la vendedora local de la ONCE, Sandra Carrasco, han sido los encargados de ofrecer las nociones.
A todos les ha dado la bienvenida el concejal Sergio Gijón, explicando que el campus “es un recurso para que los padres y madres que trabajan puedan conciliar y, a la vez, los niños se diviertan cada vez con temáticas diferentes”.
“Este año veíamos muy interesante la temática del deporte y la integración, tratando cada semana esas diferentes capacidades de otras personas y, en este caso, esta semana, tenemos dedicada a la ceguera, concretamente la discapacidad visual”, apuntaba Gijón.
Por eso, “con la colaboración de la ONCE, que hay que agradecerles que siempre que los llamamos vienen y nos ayudan, se ha preparado un taller para que los niños y niñas se conciencien sobre las necesidades que tiene una persona con una discapacidad visual”.
David y su educado perro guía y Ángel con una máquina de escritura braille, han mostrado así la manera en que estas personas encuentran el apoyo necesario para desenvolverse en su día e integrándose en la sociedad, como hacen niños y niñas invidentes en colegios.
Los representantes de la ONCE se han mostrado muy agradecidos por dar visibilidad a personas que tienen “no discapacidades, sino otras capacidades porque hay gente que puede hacer una cosa y gente que puede hacer otra y en cualquier caso no tiene por qué impedir que pueda hacer otra dependiendo de sus aspiraciones, etcétera”.
Ángel ha explicado que como maestro de la ONCE “me muevo por toda la provincia y voy a colegios donde hay chavales ciegos, con deficiencias visuales, para colaborar en sus lecturas, para ayudarles a que puedan acceder al currículum y a estudiar como cualquier otro compañero”, en este caso gracias en buena medida al sistema braille.
David, por su parte, ha apostillado las oportunidades que ofrece la Fundación ONCE a las personas con dificultades de visión para desarrollar sus vidas como fue su caso, refiriendo que gracias a dicha entidad “yo he podido ir a un cole, he podido tener profes, he podido estudiar como vosotros y ahora puedo tener un trabajo y mantener una familia”.
En fechas previas, los menores que acuden al campus han tenido ocasión y así van a seguir haciendo, de ponerse en cierta manera en la piel de quienes no tienen visión, a través de trabajos manuales como antifaces o pelotas con cascabel para practicar deporte.