- También se reconoció ayer la labor de Juan Antonio Zamora en su jubilación
- Ruiz felicitó a ambos e hizo de anfitrión al nuevo delegado de Bienestar Social
Con 98 años de edad, María Mora Mora, como la persona de más edad de Argamasilla de Calatrava, ha recibido este año el homenaje y reconocimiento de la localidad en la que reside esta mujer natural de Aldea del Rey desde hace ya seis décadas.
Sus problemas de salud, aquejada por el irreversible paso de los años en lo físico principalmente, aunque tampoco escucha bien y también con la mente delicada, como refería su hija, Ascensión Calle, le impidieron acudir al acto de ayer en el Centro Cultural.
No faltaron otros familiares directos, como su hermana Basilia y parientes muy cercanos en varias generaciones, quienes recibieron el afecto de las alrededor de 450 personas que también participaron en una tarde de merienda y de actuaciones musicales.
También hubo tiempo para que tamaño auditorio felicitara a Juan Antonio Zamora Arcediano, cuyos 25 últimos años de vida laboral los ha dedicado a usuarios del Centro de Mayores y que este 2023 alcanza su edad de jubilación.
Desde su modestia, quiso por su parte agradecer al resto de compañeros de este importante servicio social, su apoyo y contribución a hacer mejor su labor y agradeció el cariño que ha recibido durante todos los años de afectuoso trabajo.
Entre las personas presentes, autoridades como el flamante delegado provincial de la Consejería de Bienestar Social, Eulalio Díaz-Cano, a quien el alcalde, Jesús Ruiz, y el concejal que se ocupa de las personas mayores, Sergio Gijón, ejercieron como anfitriones.
Díaz-Cano, en el que era uno de sus primeros actos como delegado, expresó con satisfacción que “no podía imaginar mejor auditorio, mejor escenario que éste, porque aquí la verdad es que encuentro muchas sensaciones reconfortantes”.
Felicitó al Ayuntamiento por su “sensibilidad especial” hacia las personas mayores, manifestadas en la semana a ellos dedicada y que hoy se está cerrando en un viaje a tierras malagueñas.
Y, brindando el compromiso y servicios del Gobierno de Castilla-La Mancha, reconoció en los presentes “un colectivo, un grupo de vecinos y vecinas que lleváis mucho tiempo trabajando y dándolo todo para construir el pueblo que hoy tenéis, para construir la provincia que hoy tenemos y para hacer tan grande como es la región que hoy conocéis”.
Por su parte, Jesús Ruiz aplaudió la vitalidad que muestran las personas rabaneras de edad en tantas actividades como les proponen, tanto desde la Concejalía como desde el Centro de Mayores, a cuyo equipo laboral y directivo reconoció “que trabajáis mucho, porque si hay tanta actividad es gracias a vosotros”.
Tuvo palabras el alcalde de felicitación a Juan Antonio, rememorando sus inicios y también María, “una persona que ha tenido una vida plena y que tiene una familia maravillosa que nos acompaña aquí”.
Ruiz Valle deseó que la Semana de los Mayores 2023 haya sido del agrado de por quienes se hace y también de las actividades especialmente concebidas durante la semana entrante con motivo de las celebraciones patronales.
Y, finalmente, “comprometerme desde aquí a seguir trabajando estos cuatro años para seguir manteniendo los servicios que tenemos y mejorándolos”, valorando la entrega de su compañero de equipo de Gobierno responsable de Bienestar Social, Sergio Gijón.
Esta convocatoria vespertina, que fue presentada por la coordinadora del SEPAP en Argamasilla de Calatrava, Sara López, tuvo además de la propia merienda que fue servida, el aliciente musical de Quintín Zamora y Eva María.
Acerca de la homenajeada
María Mora Mora nació en Aldea del Rey el 7 de febrero de 1925 y a temprana edad, al casarse con José Calle Calle, estableció su vida en Argamasilla de Calatrava, donde la pareja forma su familia y tienen una hija, Ascensión.
Su marido, minero, enfermó de silicosis muy joven y falleció a la edad de 33 años, quedando María viuda y al cargo de una hija, por lo que tuvo que buscarse la vida y trabajar en lo que pudo, en el campo y en la limpieza de casas privadas sobre todo.
Pasados unos años, pudo rehacer su vida casándose con Francisco Ferreiro Tolinos y formalizando así una gran familia, con la hija de María y los tres hijos de Francisco, si bien este segundo matrimonio duraría apenas una década.
María volvió a quedar viuda pero la familia siempre se mantuvo muy unida, para ofrecerle siempre el apoyo y el cariño de todos los hijos de esta pareja y fue ya cuando alcanzó su condición de pensionista jubilada, que ha podido disfrutar del tiempo libre.
En este sentido cabe destacar que le ha gustado participar en las actividades del Centro de Mayores, especialmente encantada de viajar en los programas de vacaciones del IMSERSO, pasando asimismo los veranos en Marbella con su hija Chon.
María proviene de una familia muy numerosa, de ocho hermanos, algo que era muy habitual en aquellos años. La mayoría de ellos también han residido también en Argamasilla de Calatrava, si bien hoy día solo vive su hermana Basilia, a la cual siempre ha estado muy unida.