Un centenar de escolares acuden a sus centros por ‘Caminos escolares seguros’

  • Las diferentes rutas parten de distintos puntos del casco urbano rabanero
  • Gijón apunta que son varios los beneficios que esta medida está favoreciendo

Con el inicio del nuevo curso escolar, el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava daba también comienzo a su programa de ‘Caminos escolares seguros’ el lunes 11 de septiembre pasado, con un total de seis rutas diferentes.

Se trata de una acción que establece rutas acompañadas hasta los dos centros de Infantil y Primaria de la localidad, con el fin de que los escolares puedan llegar a pie hasta sus respectivos colegios en condiciones de total seguridad.

Esta propuesta municipal cuenta con una afluencia diaria de casi un centenar de niños y niñas, que van apoyados por una monitora de la denominada ‘patrulla escolar’, asignada a cada una de las rutas establecidas.

Las rutas para alcanzar el CEIP ‘Virgen del Socorro’ parten a las 8,35 horas, una parte de calle Encina, hacia Encinares y rotonda; otra es de la rotonda en calle Almodóvar, por calle Sol, pasando por el Botijo; y la última desde el Polideportivo, por Plaza Santos Mártires y calles Torillo y Forraje.

En el caso del CEIP ‘Rodríguez Marín¡, la más tempranera parte a las 8,30 h. de la parada de autobús de Cantarranas, calle Limón, puente del Parque ‘Huerta Asaura, Cuesta de la Rufina y Plaza Navarra; y a las 8,35 parten la de Santos Mártires, San Juan y calles Ramón y Cajal y Rodríguez Marín, así como las de calles Almodóvar y Mediodía.

Estos itinerarios, como explica el concejal Sergio Gijón, “suponen una apuesta por eliminar en la localidad los atascos producidos por los vehículos en las entradas y salidas de los centros escolares”.

La propuesta emanó del Consejo de infancia y Adolescencia de Argamasilla de Calatrava que, junto con profesorado, Policía Local y Ampas principalmente, consideraron “de vital importancia”, además de sus beneficios medioambientales, otros para los chicos y chicas.

Tres años suma ya esta iniciativa que curso tras curso se ha ido perfeccionando, sumando a las huellas de pisadas en las aceras que para marcar las rutas se hizo al principio, pictogramas en los pasos de patones en las inmediaciones de los centros educativos.

Ésta última medida es especialmente sensible para que niños y niñas con trastorno del espectro autista sean independientes en su movilidad y “aunque vayan acompañados de la patrulla escolar, puedan ir identificando con sencillos dibujos lo que deben hacer para cruzar con seguridad, inculcando esta conducta en recorridos que luego hagan ellos solos en su tiempo libre”, explica Gijón.

Por tanto, los objetivos de estos ‘Caminos escolares seguros’ pasan por favorecer una movilidad sostenible entre los menores; eliminar atascos y humos de vehículos en centros escolares; favorecer hábitos de vida saludable; y mejorar las comunicación y relaciones sociales entre escolares que llegan, así, más animados a sus colegios.

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